La intrigante casa de fragancias D.S. Durga fue fundada en 2007 por David Moltz y su esposa Kavi. Inspirados por los acontecimientos históricos, los remedios herbales y el poder seductor de los recuerdos personales, la pareja elabora pequeños lotes de aromas unisex en su taller de Brooklyn. Cada fragancia se crea utilizando materias primas como extractos de plantas y aceites naturales de la mejor calidad.
"Todo lo que amamos, música, arte, naturaleza o historia, lo convertimos en aromas. Nuestras creaciones son fragmentos de mitos medio olvidados y paisajes imaginarios que invitan a la exploración. Son una banda sonora invisible que puedes llevar en tu cuerpo durante todo el día."
Vela perfumada de navidad 198g.
DESCRIPCIÓN
Una vela edición limitada diseñada para evocar el espíritu navideño con su aroma único. Esta vela llena tu hogar con una mezcla envolvente de abeto balsámico, cristales de pino enanos, clavo en agua, ámbar y pino austriaco, culminando en un aire fresco y reconfortante inspirado en un árbol navideño portátil. Ideal para crear un ambiente festivo y cálido durante las celebraciones de fin de año.
NOTAS
Salida. Bálsamo de abeto y cristales de pino enano, que aportan una frescura resinosa.
Corazón. Agua de clavo y abeto rojo, que añaden calidez especiada y un carácter boscoso.
Base. Ámbar y pino austriaco, ofreciendo profundidad y un toque terroso persistente.
MODO DE USO
Prender la vela durante 2 horas en su primer uso para conseguir una superficie lisa. Al momento de apagar la vela deberá sofocar la llama con la tapa de madera, así evitará el desprendimiento de humo que hace al apagar la mecha. Duración de 80 horas aproximadamente.
♥Tip eco-friendly: Una vez se haya consumido la cera, puede obtenerse un bonito vaso como contenedor de flores, lápices u otros objetos.
Precauciones. Evitar poner la vela cerca de artículos inflamables. Se debe recortar 5mm de mecha para que la llama no tome fuerza y que la mecha no despida mucho humo mientras esté encendida. No dejar al alcance de los niños. Proteger siempre la superficie sobre la que se asienta la vela.